Retablo Ibérico, un tríptico de nuestra España cañí
Sin entrar en ningún teatro, sin patio de butacas y sin escenario, la sala DT abre sus puertas a un espectáculo diferente, un camino por tres historias acompañadas por unas maestras de ceremonias muy originales. La espera nos la hace amena un par de viejas chifladas, no sabemos muy bien si sacadas de un geriátrico o de un psiquiátrico. Bailan sevillanas y beben cerveza. Nos presentan un tríptico que es, como el mismo título de la obra indica, muy ibérico.
El pasado mes de julio tuvimos el placer de asistir a esta obra de Blablabla Teatro y comenzamos con ella nuestra web ya que el próximo mes de octubre podréis volver a verla la Sala DT a partir del jueves 2 y hasta el 18.
Tras esta introducción nos encontramos ante el auge teatral de los últimos tiempos, el microteatro. Pero contado de otra manera, con un recorrido, un camino hacia la España más pueblerina. Tres historias que transforman lo micro en macro. La primera historia, el amor, funde lo masculino y lo femenino, el deseo y la retención,… La segunda historia, la muerte, es trágica, sentida. Especialmente destacable los personajes perfectamente construidos de Ana Pascual y Raquel Crespillo, como hermanas solteronas frustradas por la vida, y la sensibilidad de Sara Gómez. La última escena, la avaricia, es el colofón final de este camino, como cuando el rociero ve a su Blanca Paloma. Me quedo, sin duda, con la comicidad de Sara Mata que da un toque excéntrico a una escena que debería ser así, excéntrica e hilarante en su conjunto. Su director, Antonio Rincón-Cano, lo consigue, aunque a veces podría serlo más e ir hasta las últimas consecuencias.
Retablo Ibérico es, para los que hemos vivido esa España profunda, fiel reflejo de un pueblo. Unas historias almodovarianas con acento andaluz, que, si bien no está del todo cuidado –la mayoría de las actrices no son andaluzas-, logran aportar a la escena el carácter del sur. Mención destacada a la banda sonora, canciones de toda la vida sacadas de un radio transistor que aportan la guinda del pastel, o de la ensaimada (vayan a ver Retablo Ibérico y entenderán este chiste).