Amores Minúsculos, pero para toda la vida
Subido a un escenario es diferente porque el que escribe, aparte de crítico, es actor, y vive, piensa y respira como actor. Siente, padece. Amores minúsculos representa la filosofía de Subido a un escenario. Un reparto del que podría haber formado parte, como de tantas otras cosas. Una obra en la que te entran ganas de salir a escena, presentarte y vivir tu vida. No es un acto de exhibicionismo. Es que lo que cuenta Amores Minúsculos es la vida misma, tu vida y la de aquellas personas que han compartido algo de ti, un beso, una caricia, un orgasmo,…
Amores minúsculos despierta ternura, amor, te enamora. Te hace recordar. Te ves a ti mismo viviendo una historia de amor, esos nervios hacia lo desconocido, ese cosquilleo en el estómago de la primera cita, la primera llamada, toma de contacto, ese no que le dijiste a alguien y te arrepentirás toda la vida, esa casualidad que hace que dos personas se encuentren cuando podían perfectamente no haber pasado por allí. Los zurdos han conseguido que el público sea amigo de los personajes, los espectadores se implican en las historias como si fuesen los protagonistas. Han cogido una buena idea, el cómic de éxito de Alfonso Casas, y han sabido extrapolarlo directamente hasta el corazón de los espectadores.
A pesar de que los actores comienzan flojos, sin demasiado entusiasmo, la obra es un in crecendo continuo hasta llegar a un final que te deja con muy buen sabor de boca. Todo el reparto goza de una naturalidad expresiva que provoca una tremenda cercanía con el público. Las presentaciones directas, aunque no me convencen como recurso teatral, componen al personaje que veremos a lo largo de la obra. Álvaro Puertas pisa con fuerza y enamora en el minuto uno, Javier Martínez brilla en la conversación telefónica con Álvaro Cea, éste quizá demasiado tenso, Ramón San Román es energía pura, Miriam Juanes tiene elegancia en la mirada y Celia Arias divierte en un personaje cuadriculado fácil de “descuadricular”.
Amores que pasan por tu lado, amores que te buscan, a los que te resistes, amores de un día, amores para toda la vida. Los amores minúsculos son aquellos que se viven sin duración, con fuerza, energía y sin miedo a perder. ¿Quién sabe lo que el destino nos tiene preparado? El equipo de Los Zurdos han conseguido que todo el público se sienta joven porque ¿quién no ha tenido un amor minúsculo? Aunque nos acompañase en la butaca veinte años después, porque todos los amores comienzan siendo Amores Minúsculos.