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Las plantas, un monólogo compuesto sin miedo

Una actriz libre en el escenario, sin censura. Un personaje con ganas de hablar, a sus plantas, al público, al miedo, a la pena, a los hombres que eyaculan en su cama, a los hijos que nunca tendrá, a la poesía. Un texto poético, con grandes inquietudes y pequeñas dudas, con preguntas, con estudiadas respuestas,… Pablo Messiez trabaja en Las Plantas por y para Estefanía de los Santos. Y eso se nota. Emoción en estado puro y una mirada directa provocan que el espectador no pueda apartar sus ojos de esta actriz que se funde con su personaje llegando a ser una.


Desnuda sobre la cama, Estefanía se levanta, se pone las bragas, riega sus plantas y las humaniza. Son seres vivos que incluso pueden llegar a dar abrazos. Si lo necesitas, inténtalo. Las plantas es un monólogo sin historia, sin más historia que la de una mujer que se levanta una mañana y busca las razones para volver a levantarse al día siguiente. Busca sus razones para madrugar, para salir a pasear y para vivir a pleno pulmón, entregándose y disfrutándose. Las plantas es una reflexión, que sale casi espontánea, un ensayo sobre el amor, el miedo, la naturaleza, los hombres y la pena, sobre todo, la pena. El texto de Messiez se pierde en algunos momentos en un barullo donde la pena como concepto es la principal protagonista pero Estefanía de los Santos sigue al pie del cañón y vuelve a ser la reina del escenario. Ese animal feroz que vive escondido bajo la piel de un pequeño minino. No tiene miedo, ni vergüenza, ni cobardía,… se lanza al abismo de un monólogo que le araña la piel y sangra sin sangre. Siempre conteniendo las lágrimas que salen sin permiso, con el corazón en los ojos. Estefanía de los Santos realiza un trabajo muy personal, con ese acento único, entre andaluz y castellano, que la caracteriza. Poco técnica, quizá, pero con el alma en cada palabra, en cada susurro,…


Estefanía de los Santos nos pide que nos quedemos a su lado, que no la abandonemos y después nos da las gracias por haberla escuchado. Tras los aplausos, interrumpe y cierra el ciclo de una manera positiva. Tiene remedio, puede cambiar y lo va a hacer. Seguirá siendo escatológica, seguirá siendo ella misma, pero la vida le dará la razón para vivir.


El texto de Pablo Messiez está trabajado con cariño. Verdades, preguntas que nunca nos habíamos hecho y que seguro que nos llevaremos a casa y consultaremos con la almohada. Además, nos regala una canción, How it feels to be free de Nina Simone, y un instante compartido entre la cantante y la actriz. Exquisito. Habla de la libertad, y mientras escribo esto escucho a Simone y puedo decir, sin miedo a equivocarme, que Las plantas no te dejará indiferente, incluso querrás repetir para hacerte dueño de cada frase que de los Santos sentencia sin pretenderlo.


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