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Camisas de fuerza, filosofía de psiquiátrico

Dos sombras blancas conversan sobre una cama. Un psiquiátrico es un buen lugar para la reflexión, para la duda, la existencia y el comentario más cuerdo. Eso deben pensar los protagonistas de Camisas de fuerza, interpretados por Noé Denia y Nacho del Valle. ¿Es un psiquiátrico un buen sitio para vivir? Una historia escrita por el mismo Nacho del Valle que disfrazada de comedia es capaz de transmitir cuestiones filosóficas de alta complejidad. Sin embargo, la dirección de Manuel Gancedo nos muestra un montaje con escaso ritmo y que necesita una alta atención del espectador.


Hay obras a las que uno va más cansado de la cuenta, que quizá prefiere ver una comedia simple y divertida que le despierte. Camisas de fuerza, en una primera instancia, puede parecer eso, pero no lo es, va mucho más allá. Una comedia que invita a la reflexión. ¿Por qué dos personajes prefieren seguir encerrados a escapar de un psiquiátrico en el que no tienen libertad? Habrá que descubrirlo. Entre charlas y charlas estos personajes ven pasar su vida hasta que un buen día ocurre algo excepcional que hacen que se planteen la vida que está viviendo y la que pueden vivir si hacen algo, que les está servido en bandeja, para cambiarla.


Dos personajes totalmente opuestos en la superficie. Positivo y negativo, inteligente e idiota, dos locos que viven su locura como si fuese un juego. Fingen a ser lo que no son y hacer cosas que en realidad no se atreven a hacer. La dirección de Gancedo está dirigida a camuflar con la comedia una historia que rebosa filosofía por todos lados. Buena elección porque sino la obra hubiese sido insufrible para un público dedicado a ver otro tipo de montajes. Sin embargo, a pesar de que el texto tiene buenos puntos cómicos, echamos en falta un desarrollo, una evolución en la historia que transcurre en escena; más bien, se echa en falta una historia.


¿Salir o no del psiquiátrico? ¿Salir o no de una vida acomodada, segura y rutinaria? No es tan distinto a la vida normal y a muchas decisiones que el ser humano tiene que tomar a lo largo de su vida. Vivir en apatía, sin ganas de cambiar nada. Noé Denia y Nacho del Valle son los actores que interpretan a estos locos filosóficos. Noé Denia tiene un punto cómico muy interesante, sin rebuscarlo, sin forzarlo. Algo que no le pasa a Nacho del Valle, más centrado en poner caras cómicas que hagan reír al espectador que en dejar fluir la historia con su propia comicidad, que la tiene, y de la que puede fiarse. Demasiado expresivo cuando no tiene necesidad. Quizá la locura pueda ser una excusa, pero no me lo justifica del todo.


Camisas de fuerza es una obra diferente, que convive en la comedia pero que va más allá. Buenos puntos cómicos y grandes frases. A pesar de eso, recomiendo verla bien despierto y descansado para poder disfrutarla con toda la energía necesaria. Peca de poco ritmo y de poco desarrollo, por lo que a veces te verás viendo a dos personajes que hablan pero a los que no les pasa nada. Habría que medir mejor eso.


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