Tres, otra genialidad de Juan Carlos Rubio
Un texto que Juan Carlos Rubio escribió recién estrenado el siglo XXI, Tres es una obra que se mantiene viva gracias a una trama original, aunque a algunos el eje central nos recuerde a un capítulo de La que se avecina, a un texto que provoca la carcajada y a unas actrices que aprovechan la comicidad de su autor. Una comedia clásica con sorpresas en el último acto que reivindica la necesidad de cambiar, la maternidad, los nuevos modelos de familia y muestra su miedo por la soledad, el paso del tiempo y la superficialidad.
Tres amigas de colegio de monjas se reúnen para recordar viejos tiempos después de más de veinte años sin verse. Se cuentan sus vidas y ninguna está contenta con lo que tiene. Juntas llegarán a un objetivo común que necesitará la ayuda de un antiguo compañero de colegio.
Es muy difícil escribir un buen texto de principio a fin y, salvo un par de momentos en los que la historia se afloja para luego levantarse con más ritmo y más comedia si cabe, el libreto del dramaturgo cordobés consigue mantener una carcajada continua en los espectadores, unas ganas de disfrutar y de ver a donde nos lleva la historia de estas tres amigas tan singulares.
Es cierto que la estructura de Tres no es original, los personajes tampoco han aparecido de nuevas en esta obra, pero la conjugación y el contraste hacen que todo fluya a las mil maravillas. Una famosilla de turno, la típica bobalicona y la borde e irónica que no sabe a qué bando arrimarse están a punto de cambiar su vida para siempre.
Dirigido por Quino Falero esta nueva versión de la obra explota hasta el extremo la comicidad de la obra, no deja pausa y se agradece, aprovecha los grandes recursos cómicos que la obra le pone en bandeja. Eso también es debido a una buena conjugación de las actrices. Natalie Pinot nos asusta al principio con una interpretación demasiado sobreactuada pero en apenas pocos minutos nos enamoramos de su personaje y aceptamos su manera de ser y actuar, nos cuela su sobreactuación. Eva Higueras desprende ternura y acierta en su humor aunque está algo más floja cuando tiene que mostrar lo dramático de su personaje. Carmen Mayordomo está brillante, es el personaje escala entre las dos amigas y aprovecha la bordería y la ironía, tiene muy buenos comentarios que la hacen lucir. A este trío de féminas lo acompaña el hombre del grupo, el macho alfa interpretado por José Sospedra, al que ya tenía ganas de ver actuar. Su trabajo es muy naturalista, quizá demasiado al encontrarse delante de estas tres fieras. Muy acertado en su incredulidad y en las caras que su personaje esconde, pero se queda muy por debajo de sus compañeras en el tono interpretativo de la obra.
La reposición de Tres es todo un acierto, un disfrute y una relajación de la sonrisa. Tres menopáusicas desesperadas, tres perras en celo, tres Vírgenes Marías del siglo XXI, tres actrices inteligentes y divertidas. Aprovechen la ocasión de ver esta obra, se divertirán.