top of page

Afterwork, conversaciones tras el trabajo



Después de trabajar es un buen momento para hacer florecer las ideas, los ideales y la posición en la empresa. Conversaciones entre cervezas en las que cada personaje expondrá su manera de ver la vida, el trabajo y su estatus empresarial. Dos personajes líderes que se intentarán imponer uno sobre otro y llevar a su terreno al tercero en discordia, el elemento neutralizador que conseguirá llevar a buen puerto este conflicto laboral de palabras y alcohol.


Fredo, Rober y Dani son compañeros de la oficina, una empresa dividida por plantas, un edificio donde el que menos tiempo sube en el ascensor es el que mejor posicionado está. Rober aspira a ser ascendido y tiene muy cerca sus aspiraciones. Fredo y Dani tienen otros deseos que van más allá de la empresa. Un proyecto vital para el que necesitan gente con ganas y don de liderazgo. ¿Se atreverá Rober a dejar pasar su ascenso por la incertidumbre de un proyecto nuevo junto a sus amigos?


Afterwork habla de una familia y una empresa dictatorial, habla de la amistad y habla del trabajo. ¿Todo vale para conseguir lo que crees merecer? ¿Quién decide qué se merece cada uno? La obra escrita por David Barreiro comienza con demasiados elementos empresariales que distancian al espectador, cuando los tres amigos comienzan a introducir en sus conversaciones los elementos personales, la historia se vuelve más grande y los personajes se implican de verdad en lo que dicen. Era necesario para que el espectador se motivase por una historia que sonaba fría y distante, aunque también nos interese los debates y la hipocresía sobre las estructuras empresariales. Utopías. Conversaciones después de trabajar que a veces suenan frías, dichas con ganas pero sin credibilidad. Más tarde veremos si todo esto tiene una razón de ser. Bruno Ciorda sabe lo que quiere y consigue mostrarlo, aunque en algunos momentos el desenlace de los acuerdos y las palabras dadas resulte demasiado evidente. Sin embargo, Barreiro nos tiene preparadas sorpresas que hacen crecer a sus personajes.


Vicente Camacho, Fernando Coronado y José Carretero se desenvuelven con agilidad en este mundo de chaquetas y corbatas. Carretero es el cómico del grupo y el encargado de dar un toque de humor a una obra que podría haber resultado muy neutra. Coronado y Camacho interpretan a esos dos líderes que intentan a cada rato imponer su opinión sobre la del otro. Dos líderes con opiniones diferentes pero que estoy seguro que actuarían de igual manera si se cambiasen los roles. Los dos actores tienen peso y afrontan sus personajes con fuerza.


Afterwork se adentra en el mundo de la empresa de una cercana, sin utilizar grandes vocablos ininteligibles y acercando al espectador la vida rutinaria de unos oficinistas que tienen ganas de un cambio en su vida. Palabras que se quedan en el aire y un papel firmado que puede cambiar la vida de estos tres protagonistas.


 Últimas  
 Criticas  
bottom of page