Losers, perdedores que ganan
¿Puede acabar bien una historia de perdedores? Losers es una comedia romántica con personajes de a pie. Esa es su grandeza. Una historia como otra cualquiera, sin grandes pretensiones, pero que cautiva por las ganas de amar y ser amados de los protagonistas, capaces de aguantar carros y carretas. Guillem Clua dirige este texto de Marta Buchaca que pone a perder a María Pujalte y a Vicente Romero.
Hablándonos directamente a los espectadores, Sandra nos cuenta sus pretensiones, que tiene un Smartphone con muchas aplicaciones, que busca pareja por Badoo y que odia a los hombres que están obsesionados con su madre o con su ex. Manuel tiene un Nokia última generación de principios de siglo para que nadie se lo pueda robar, trabaja como dependiente en una tienda de móviles, vive con su madre y su ex lo dejó por un colombiano. También busca pareja por Badoo. Se conocen, se enamoran pero las perdices las dejarán para otro día…
Losers no propone nada novedoso al panorama teatral madrileño pero tiene algo que te atrapa; es una comedia romántica clásica muy bien ejecutada con dos protagonistas que están solos y quieren dejar de estarlo. Su punto fuerte, que ambos son dos cuarentones que te los puedes cruzar por la calle. Personajes cuya vida nunca les ha dejado ser protagonistas y, en esta ocasión, Buchaca les ha dado la oportunidad que tanto ansiaban. Ellos mismos se creen perdedores pero harán todo lo posible por dejar de serlo. Con un ritmo preciso, Losers se pasa volando como una buena conversación delante de un café. Excelente el cambio escenográfico gracias al diseño que realiza Sebastiá Brosa. Guillem Clua ha conseguido hacer una comedia eficaz que despierta la sonrisa y la ternura de los espectadores, público que lo único que desea es que esta relación acabe bien; que dejen de ser perdedores. ¿Estarán destinados a estar solos como proclaman a los cuatro vientos o la vida les dará la oportunidad de ser ganadores?
Otro de los puntos fuertes de Losers es su reparto. Sin María Pujalte y Vicente Romero la obra no sería lo mismo. “Una extraña pareja”, como los llama Clua, que se desenvuelven como pez en el agua en el terrero que les propone el director. Pujalte no sorprende pero solventa y siempre es un gusto verla sobre el escenario. Romero, sin embargo, se encarga de construir un personaje raro, asocial, pero con carisma. Ambos tienen química y se apoderan del escenario llevando el barco mano a mano a buen puerto.
La obra de Marta Buchaca tiene todos los ingredientes para ser una obra más pero, aunque esos ingredientes permanezcan en escena, entre todos consiguen que Losers enganche y el espectador pase un rato divertido enamorándose de los protagonistas al mismo tiempo que ellos se enamoran entre sí. Romántica, comercial y eficaz.