La Regla del Tres, actores en apuros
Salud, amor y juventud. Esa es la regla del tres, imposible de cumplir eternamente, ¿o no? Paco Rodríguez escribe y dirige esta comedia donde cinco actores perdidos en la vida se reúnen para celebrar algo más que un cumpleaños. Un texto repleto de gags cómicos que funcionan y hacer reír al espectador. Yohana Cobo, Jon Rod, Jaime de Malvar y Noelia Gallego acompañan al autor y director, que se autoconvierte en protagonista de esta historia de actores, cava, desahucios y tartas de chocolate.
Cinco actores que intentan salir adelante día a día, con trabajos de mierda pero que les da para subsistir. La ilusión está casi perdida pero todavía queda algún atisbo de esperanza en aquellos que siguen levantándose día a día pensando que la oportunidad de un buen casting les llegará tarde o temprano. Un cumpleaños en el que el cumpleañero no tiene nada que celebrar –lo van a desahuciar-, pero ahí estarán sus amigos para animarlo, cada uno a su manera.
La Regla del Tres es una comedia con entrañable que pone sobre la mesa la situación de la mayoría de los actores de este país, la profesión con el nivel de paro más elevado. Sus cinco protagonistas son actores pero no salen en las series, ni en las películas, ni siquiera son actores del gran aclamado teatro off, sobreviven haciendo animaciones, obras de teatro amateur o haciendo cursos por doquier. “Vidas de mierda”, como ellos mismos definen que retrata a una generación perdida. Debajo de todo esto, las relaciones entre los cinco se vislumbran resquebrajadas y con secretos que, ahí un fallo, se ven venir. Una reunión desastrosa en la que todos quieren ser protagonistas y quedar por encima de los demás. ¿A quién le va mejor?
La historia que escribe Paco Rodríguez engancha y divierte al espectador. Unos finales y desencadenantes previsibles –salvo el del protagonista- pero no por ello el espectador deja de tener ganas de que lleguen y de disfrutarlos. Un “Resistiré”, que ya suena típico desde aquella gala de los Goya, que no termina de cuajar. ¿No hay más canciones que despierten el mismo sentimiento? Y un texto que no termina de adaptarse a la actriz que sustituye a María González, aunque en tan sólo una ocasión eso se signifique por parte del resto de personajes.
Este quinteto de “treinteañeros amargados y solterones” está interpretado por Yohana Cobo que, aunque está algo encorsetada en algunas ocasiones, irradia buen rollo y disfrute sobre el escenario, Jaime de Malvar, cuyo personaje, El Gallego, divierte al personal con sus ocurrencias y meteduras de pata. Bien interpretado por el actor, necesita quitarse esa sonrisa interna que oculta la verdad de su personaje. Noelia Gallego desprende frescura mientras que Jon Rod, cuya naturalidad y sinceridad sobre el escenario son aplastantes, evidencia demasiado pronto sus deseos carnales, lo que hace poco creíble que el resto de sus amigos no se hayan dado cuenta. A Paco Rodríguez, por su parte, le falta credibilidad y tiñe a su personaje de una profundidad demasiado dramática para el código de la comedia que él mismo ha escrito y dirigido.
“La vida va de dejar huella en este mundo”, esta es la premisa de la que parte los deseos de estos cuatro amigos. Una buena moraleja que Rodríguez consigue impregnar en los espectadores, eso sí, sin fustigarnos. Quizá es mejor dejar nuestra huella en nuestros seres queridos que en el resto del mundo.