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El más querido, extremada Navidad



Después de ver Carne Viva, Denise Despeyroux nos tiene enamorados y no queríamos perdernos la ocasión de ver esta tragicomedia escrita y dirigida por ella. Una mezcla de géneros donde la comedia y la tragedia van al extremo sin llegar a fusionarse. Dos actos bien diferenciados donde en uno se despierta la risa y en otro la incredulidad. En su reparto nos encontramos con Carmela Lloret, Sara Torres y Juan Ceacero, sustituyendo a Joan Carles Soau.


El más querido cuenta la historia de dos señoras de mediana edad que quedan prendadas por su profesor de tenis. Entre los tres se crea un triángulo de deseo hacia uno de los puntos que hará resquebrajar la amistad de Teresa y Charito. Todo culmina en una desastrosa noche de Navidad que hará cambiar la vida de las amigas para siempre.


Denise Despeyroux vuelve a crear con este montaje algo diferente. Comedia y drama sin fusión. Para mí, el concepto tragicomedia no logra definir a El más querido a la perfección. Nos encontramos ante un primer acto cómico, con mayores pretensiones y con intentos de carcajada que no llegan a conseguirse. La comedia, que se impregna de momentos absurdos, queda fría y los intérpretes parecen no tener conexión entre ellos. Algo no termina de funcionar. Sin embargo, la segunda parte, donde la tragedia aflora todo se reubica y nos encontramos ante una escena brutal, donde nos quedamos anonadados y mudos. Una escena muy bien dibujada y que consigue que el espectador modifique todo lo que estaba sintiendo hasta el momento.


Es una pena que tengamos que esperar hasta la mitad de la obra para que la función nos empiece a interesar pero, sin lugar a dudas, la espera merece la pena. El reparto parece estar preparándose para la escena final y no termina de cuajar en el resto de la obra. Las réplicas tardan en llegar y no hay unión entre los tres. Pero todo cambia en la cena navideña donde como por arte de magia todo empieza a fluir. Tanto Lloret como Torres se impregnan de una escucha voraz y se dejan llevar por lo que les ocurre y sienten sus personajes. Un personaje extremo ha llegado a su casa como un huracán y quiere arrasar con ellas. Es curioso lo que me ha ocurrido con Juan Ceacero, me ha costado mucho enganchar con su personaje, tal vez porque veía que estaba construido en base a la forma de interpretar de Joan Carles Soau, que la creación de Claudio no partía del propio actor sino de un personaje ya creado. Es complicado sustituir a un actor y además en un personaje tan complejo. Sin embargo, realiza un trabajo intenso y de gran calidad en la última escena consiguiendo que nos creamos por completo a su personaje, algo difícil de hacer.


Así que esta catástrofe navideña creada por Despeyroux es lo mejor que ha podido crear para salvar una obra que no terminaba de cuajar. Lo que comienza siendo una cena de Navidad divertida, se inclina hacia un final sorpresivo y tremendamente dramático que obliga a sus actores a dejarse la piel en el escenario. Personajes que lo único que buscan es sentirse queridos, llamando la atención para ver ¿quién me quiere más?


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