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Una corona para Claudia, ¡esto sí es teatro off!



Me molestan las obras que se escudan en la existencia del teatro off para llenar de simplicidad el escenario, para mostrarnos un texto evidente y para construir un montaje en el que no hay una pizca de originalidad ni ensayo. El teatro off se distingue por las ganas de hacer un proyecto personal, en el que llama más la atención el talento que el dinero y que, a veces, eso juega a su favor al premiar las ideas y los buenos recursos sobre el despilfarro económico de las grandes producciones. ¡Eso es teatro off, señores! Y Una corona para Claudia se distingue por eso, por las ganas y el talento frente a los grandes recursos económicos.


Cinco jóvenes se encuentran en un viaje compartido con desconocidos. Tres de ellos son amigos y van de acampada. Un chino que se queda dormido y la conductora, Claudia, que viaja para evadirse del mundo. El chino se queda en el camino pero Claudia se unirá a los sacos de dormir para vivir una aventura con extraños. Tras esa acampada, conoceremos los miedos y sueños de los personajes, sus frustraciones y sus ganas de vivir.


¿Seguir el camino fácil o arriesgar? Este es el dilema al que se enfrentan los protagonistas de esta historia, al que nos enfrentamos todos en la vida. Juventud, redes sociales, energía dormida, trabajos de atención al público, vocaciones frustradas y muerte. Porque todos los personajes tienen una relación extraña con la muerte. Iker Azkoitia escribe y dirige este montaje que, pese a su sencillez, baña al espectador en una playa de frescura y nostalgia. Mucho tiene que ver la música que, Azkoitia ha compuesto junto a Ricky Fan y que el elenco canta con voces susurradas y desgarro emocional. No son simples canciones, son historias, recuerdos de momentos felices, de momentos tristes, recuerdos de la vida que nos ha tocado vivir. Un montaje que está plagado de un ritmo pausado pero nunca lento y que se decora con toques de humor puestos en muy buen lugar.


Pese a todo, Una corona para Claudia puede sacar mucho más de sí, de sus personajes, de sus historias, llevar más al extremo algunos momentos, que no haya miedo de pasarse porque tiene una buena base y unos personajes tan identificables que no puede quedarse a medias tintas.


Una buena obra se hace con un buen equipo y aquí vemos que todo está cuidado. El reparto desprende juventud y ganas de defender a su personaje con cariño. Los momentos en los que los cuatro protagonistas están en escena se disfrutan por las miradas y la vida interior que consiguen sacar a flote. Destacan Laura Ledesma y Jaime Riba que consiguen que el público quiera a sus personajes desde el minuto uno. Sus energías son las idóneas y a Ledesma no las puedes dejar de mirar cuando canta. Azkoitia se reserva para sí un personaje dolido con la vida, con miedo a querer y a dejarse querer, y lo defiende con aplomo. Divertidos los momentos de Ricky Fan en escena. Eva Ramos, por su parte, interpreta a la protagonista con cariño pero necesita darle más energía a Claudia y tener más seguridad como actriz en escena.


Salimos contentos de la función, con las pilas cargadas. Una corona para Claudia hará que todos los amantes frikis que las series de la HBO se sientan tremendamente identificados. Una pena que el final, hecho con una canción que consigue suavizar un momento que podría haber sido de lágrima fácil, se nos insinúe tan pronto.


Puedes disfrutar de este montaje en su nueva temporada en el Teatro Lara gracias al Bono YMás de Entradas YMás.


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