Sole Sola, un "experimento" sobre la envidia
Irónica, sarcástica, valiente, crítica y soez. Ácida. Así se presenta Sole Sola, un monólogo teatral en el que Úrsula Gutiérrez se enfrenta, sin complejos, a, quizá, su propia realidad; o a la realidad de much@s actores y actrices, una realidad, sobre todo la de ellas, presionada por la edad, la belleza y la soledad que no se olvida de una sobrevalorada estabilidad económica y de la hipocresía de querer hacer ver al mundo la felicidad que no tienes. ¿Postureo? ¿Envidia? Mucha, y a mucha honra.
Sole es actriz. Sole trabaja como youtuber, como consejera de belleza en las redes. Sole quiere representar personajes valientes, cargados de emociones, pero no le dan la oportunidad. Sole tiene una amiga, Bárbara, estrella de la gran pantalla, a la que todo le va bien. Sole cuida de su gato inmóvil, con un nombre tan obvio que ella decide cambiárselo por Culo Sucio. Sole vive en su piso e intenta sobrevivir subastando la ropa interior de su amiga. Sole tiene una madre y una abuela. Sole tiene un exnovio que la dejó. Sole sobrevive ante nuestros ojos, los mismos ojos que la martirizan. Sole. Sole. Sola.
“¡Basta ya! ¡Quiero ser libre!”, con ese lema nos deja Sole. La obra, escrita por Carlos Crespo y dirigida por Natalia Mateo, nos presenta un montaje sincero, directo y atrevido. La inactividad profesional aparente, la falta de casualidades, la rutina, la necesidad de cambio,… Poco a poco todos estos factores mellan en nuestra protagonista que termina la función mucho peor de lo que la empezó. Crespo utiliza las tecnologías para hacer fluir la historia y logra conectar con el público, todos nos sentimos identificados con lo que ocurre en escena. La fantasía y la imaginación de la protagonista sirven de anclaje para hacer llegar personajes invisibles que hacen avanzar la función y enlaza a la protagonista con su propia realidad, con lo que le gustaría ser y no lo ha conseguido. Nunca es tarde, o eso dicen.
Y ante todo esto, una única actriz se enfrenta al público cara a cara. Úrsula Gutiérrez se ríe de sí misma y avanza a lo largo de la obra en un tono de comedia realista, donde sus estados de ánimo parten de una verdad sin censuras ni complejos. Cordobesa, utiliza su acento de manera efectiva y se mete al espectador en el bolsillo. Una interpretación estable a lo largo de la hora de función que no vacila en ningún momento, aunque parezca dudar cuando habla con varios personajes.
Sole Sola merece la pena porque nos golpea con nuestra propia realidad, con la realidad del artista que espera un casting o una oportunidad de demostrar el talento que cree tener. Esos trabajos que ocupan tu vida, y que tu madre no sabe valorar porque no tienen beneficios económicos, ese día a día en el que te juzgas a ti mismo por no saber a ciencia cierta si lo estás aprovechando al máximo. ¿Y qué pasa si un día lo quieres pasar tirado en el sofá viendo vídeos de Youtube y comiendo chocolate? ¿Debemos sentirnos mal? Que cada uno encuentre su propia respuesta.